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Solo para entendidos, la confesión de Riquelme que paraliza al fútbol mundial

Los hinchas de Boca Juniors lo aman por frases como esta.

Por Roberto Tapia

Juan Román Riquelme

Juan Román Riquelme es uno de los futbolistas, ya retirado desde 2015, que dejó huella imborrable en el fútbol argentino, pero que trascendió fronteras sin lugar a duda porque es muy respetado por muchos colegas de su generación, por otros que lo vieron jugar cuando crecían y querían ser como él, por los brasileños que les pusieron su nombre a sus hijos y por muchos que no se sabe quiénes son.

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Jugadores de su talla, que también triunfaron fuera de su país a nivel deportivo y económico, salen uno de entre miles, más allá de que siempre hay uno mejor que esos, aunque por diversas razones de la vida, elecciones personales y otros motivos ajenos no llegan a vivir de su pasión número uno, por lo que tienen que elegir entre trabajar o hacer cosas indebidas e ilegales como muchos ejemplos de chicos que salen de barrios de bajos recursos.

Juan Román es un crack de otra época aunque brilló con todo su esplendor desde fines del milenio pasado e inicios del siglo 21 en Boca Juniors. Prefirió quedarse mucho tiempo en el club de sus amores antes de aceptar un mejor sueldo de un equipo mediano o chico de Europa como le sucedió, de acuerdo con lo que periodistas partidarios de dichos tiempos confirmaron. Por su familia, sus amigos, su barrio y los asados, se quedó hasta mediados de 2002, pero en 2007 volvió para ganar su tercera Copa Libertadores vestido de azul y oro.

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Según un posteo del usuario @expefutbol, Román dijo: “Cuando escucho que comen cereales para jugar bien digo que es puro cuento. Por más que te hagan comer cereales todo el día, por más que hagas mil abdominales, por más que te pongan el GPS en la espalda, si jugas bien, jugas bien. Si tocaste todas las pelotas bien, pero corriste poco, ¿jugaste mal porque no corriste? Ahora si se la doy al contrario, pero corrí 34 kilómetros ¿fui el mejor porque el GPS marcó buenos datos? Yo tomé mate y comí asado toda mi vida”.

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