Por Roberto Tapia
Este domingo se vuelve a jugar el clásico de Avellaneda, el segundo más importante del fútbol argentino. Independiente recibe a Racing Club en un partido en el que puede pasar cualquier cosa, puesto que ambos llegan al duelo con dos derrotas consecutivas. Si bien la Academia juega mejor y tiene menos problemas, nada se puede prever porque son ‘partidos aparte’.
Independiente está atravesando uno de los peores momentos de su historia. Es que está a dos puntos de la zona de descenso y el equipo juega verdaderamente mal sin tener un director técnico confirmado todavía (Pablo Repetto se bajó). El Rojo acumula diez partidos sin ganar en la Liga Profesional (seis empates y cuatro derrotas) y pinta para peor.
Más allá de lo deportivo que es muy grave, el Rojo está aún peor desde lo dirigencial y económico. Es que en los últimas días renunció el presidente Fabián Doman al no poder ayudar al club a resolver sus dos principales problemas judiciales (inhabilitación del América por Cecilio Domínguez y juicio de Gonzalo Verón por sueldo adeudado).
En tanto, Racing Club llega en una situación bastante menos desfavorable al partido que tendrá en condición de visitante este domingo a las 16:30. Es que no tiene todos los problemas gigantes del Rojo. Sin embargo, viene de dos derrotas consecutivas (1-3 con Gimnasia y 0-1 con Newell's) y sin jugar bien, lejos de lo que mostró alguna vez el equipo de Fernando Gago.
Tras el clásico, Racing se enfrentará al Aucas de Ecuador el jueves 20 de abril a las 19 por el grupo A de la Copa Libertadores. Independiente, en tanto, es el único equipo grande de la Argentina que no juega una competencia internacional. Siendo ‘el Rey de Copas’ (máximo ganador de la Libertadores) sin dudas es un fracaso para el Rojo.
29/02/2024
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