Fútbol Argentino

Pese a su mal paso como DT, Mascherano ama Argentina y esto lo confirma

El entrenador está ante su tercera prueba de fuego importante.

Por Roberto Tapia

Javier Mascherano
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La frase “la tercera es la vencida” tiene mucho que ver con el debut oficial de la Selección Argentina Sub-23 en el preolímpico sudamericano frente a Paraguay esta noche a las 20:00 horas en Valencia, a 125 kilómetros de Caracas, Venezuela. Y se basa básicamente en el entrenador Javier Mascherano, quien dirigirá su tercer torneo al mando de una selección albiceleste juvenil tras el premundial y el Mundial Sub-20 que se desarrolló en Argentina.

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De los 23 jugadores que convocó en la lista final que la AFA le presentó a la CONMEBOL, quedaron finalmente 22 porque el defensor central Julián Malatini fue transferido la semana pasada a Werder Bremen y quedó desafectado del plantel porque los clubes no tienen la obligación de ceder a sus jugadores a esta clase de torneos de países. De hecho, el ex Defensa y Justicia fue al banco de suplentes en su primera convocatoria en su nuevo equipo.

En diálogo con La Nación, el Jefecito repasó su carrera en el combinado albiceleste: “¿Cambiar uno de los 147 partidos que jugué con la selección? No, ninguno, no quiero cambiar el destino. Sería muy ventajero de mi parte querer cambiar el destino. Yo lo veo de otra manera: ¿Por qué tenía que jugar 20 años en la selección? ¿Dónde estaba escrito? ¿Por qué querría cambiar lo que no salió bien? Entonces, también cambiemos lo que salió bien. ¡Pongamos en riesgo todo! Y que salga lo que salga, y por ahí no juego nunca en Barcelona, no gano ninguna medalla olímpica. No. Todos queremos ganar, pero lo que le da sentido al fútbol es vivir los momentos”.

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El final del discurso y el sueño pendiente que le quedó

“Yo no me arrepiento de haber jugado la final del mundo, más allá de haberla perdido, porque sé lo que se siente jugarla. Y eso me lo voy a llevar conmigo. Y ojo, no me engaño: hay una diferencia abismal entre ganarla o perderla, pero yo me quedo con las partes positivas. Lo único que me faltó fue jugar una final de Copa Libertadores, después, todas las otras finales las jugué. ¿Y me voy a quejar? Mierda, che… ¿quiero más? ¿Y para qué quiero más?”.


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