Por Roberto Tapia
Todo parecía gris, oscuro, con olor a fin de ciclo de varios jugadores, cuerpo técnico (pese al poco tiempo de trabajo), dirigentes y cualquier otro actor dentro del club. La hinchada llegó a cantar contra los propios futbolistas, pese a que nunca se caracterizó por hacer algo así, pero la paciencia no daba para más. Sin embargo, Boca tuvo un despertar histórico en los últimos 10 minutos.
El Xeneize jugó un pésimo primer tiempo y pudo haberse ido al descanso perdiendo puesto que Deportivo Pereira había marcado tras un buen córner y un doble cabezazo en el área. Sin embargo, el VAR lo anuló por una infracción contra Pol Fernández, a quien no dejaron disputar el balón.
En la segunda mitad el equipo levantó cabeza y tuvo algunas situaciones de gol (aunque no con mucha claridad) pero a los 76 minutos llegó la apertura del marcador por parte del equipo colombiano, a través del tanto de Jimer Fory. En ese momento comenzaron los fuertes insultos contra los jugadores.
No obstante, apareció un zurdazo casi milagroso de Luis Advíncula desde afuera del área, que terminó en el ángulo derecho del arco de Jimer Fory. Desde entonces, la Bombonera comenzó a cantar más fuerte que nunca y a fuerza de empuje y de la gran actuación de Valentín Barco (tiró el centro clave), llegó el gol de Alan Varela de cabeza. Fue un 2-1 agónico y la primera victoria del equipo de Jorge Almirón. ¿Será el puntapié de un nuevo comienzo?
El chico de 18 años que subió de Reserva a Primera hace muy pocos días y que no jugaba desde hace dos años con la casaca azul y oro, fue la gran figura del Xeneize durante los 90 minutos. Cuando el equipo estaba mal y también cuando mejoró, el Colo Barco fue quien se puso el equipo al hombro pese a su edad y a ser lateral izquierdo. Gracias a él, Boca ganó.
29/02/2024
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