Fútbol Argentino

Es para llorar, la tremenda confesión de Bielsa sobre Ortega en el Mundial 2002

El Loco dirigió al ex enganche jujeño en el torneo disputado en Corea y Japón hace 21 años.

Por Roberto Tapia

El Loco dirigió al ex enganche jujeño en el torneo disputado en Corea y Japón hace 21 años.

El Mundial 2002 fue el golpe más duro, sin lugar a duda, que vivió la Selección Argentina en lo que va del siglo 21, escenario totalmente opuesto al presente sublime y extraordinario que está viviendo el equipo comandado por Lionel Scaloni desde 2021 a los días que corren. Aquella Copa del Mundo disputada, por primera vez, en Asia fue la gota que rebalsó el vaso de ese ciclo que, de todos modos, consiguió la primera medalla dorada de la historia argentina.

Marcelo Bielsa era el entrenador del combinado albiceleste y en tres días lo enfrentará como director técnico de Uruguay por la quinta fecha de las eliminatorias sudamericanas. Conocido como DT de selección y no tanto de clubes, ya que las últimas experiencias fueron a nivel selecciones para el Loco, es la tercera experiencia en el continente del rosarino luego de Argentina y Chile, respectivamente.


Ariel Ortega era una de las figuras del equipo nacional y jugó su tercer Mundial en 2002. Con Gabriel Batistuta y Claudio López como delanteros fijos, más Hernán Crespo y Julio Cruz de suplentes, el oriundo de Jujuy era el enganche titular por encima de Marcelo Gallardo y Pablo Aimar, quienes también fueron convocados por el ídolo de la Lepra rosarina para la contienda mencionada que envolvió a los mejores jugadores del mundo.

La anécdota tremenda que reveló Bielsa sobre Ortega

El Twitter llamado @sudanalytics_ publicó una frase de Marcelo sobre Ariel respecto a dicho campeonato luego del partido contra Suecia que derivó en la eliminación prematura: “Yo tengo un aprecio muy grande por Ariel Ortega, jugador único y extraordinario. Cuando quedamos afuera en el Mundial de Japón, después de perder ante Suecia, muy tristes, nos quedamos charlando, asimilando esa derrota tan difícil. Ortega se remontó al jugador que lleva adentro, al niño que creció gambeteando en un potrero del norte argentino… Y me dijo: “¿Cómo puede ser que en 90 minutos no encontré una gambeta para ganar el partido?”. Aquella mañana argentina y tarde nipona fue una de las más oscuras por el 1 a 1 final.

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