Por Roberto Tapia
“Este es el famoso River, el famoso River Plate…”. La canción ya parece costumbre en las tribunas del Monumental. Y realmente parece ser así. El equipo de Martín Demichelis parece una planadora, invencible, imposible de derrotar aunque se lo vea pendiendo de un hilo. Este miércoles volvió a demostrar toda su jerarquía ante el Sporting Cristal de Perú.
Fue un partido con todos los condimentos. Primero, se notó que el local entró dormido y el defensor brasileño Ignacio abrió el marcador a los 7 minutos. Poco le duró la alegría al equipo peruano, ya que a los 17' lo igualó Nicolás De La Cruz. Ya a los 35, apareció el primer gol de Esequiel Barco, la gran figura de la noche, pero se vio opacado por un minuto fatal del equipo.
Instantes después del tanto de Barco, apareció un contragolpe feroz de los peruanos, que derivó en la infracción y expulsión de Enzo Díaz sobre Washington Corozo. El propio delantero ecuatoriano ejecutó el tiro libre y clavó el empate parcial, con el que finalizó el primer tiempo de película. Pero no terminó ahí…
En la segunda mitad Micho movió el banco y le dio la recompensa rápidamente. Sí, es que el equipo se paró mejor en el campo de juego y, con el aliento de las más de 80 mil personas presentes en el Monumental impuso condiciones pese a jugar con un jugador menos. Primero, Barco marcó su doblete a los 52' y cerró el resultado (4-2) el ingresado Pablo Solari.
El entrenador de River podría haberse conformado con el empate del primer tiempo al quedar con un jugador menos. No obstante, metió cambios que le dieron resultado, como el ingreso de Solari (autor del cuarto gol). Además, de arranque había puesto una formación ofensiva, con De La Cruz de titular (autor de un gol) y con Barco (doblete y figura). Le salen todas.
29/02/2024
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