Por Roberto Tapia
La Selección Argentina se medía con su par de Brasil en el mítico Estadio Maracaná en el encuentro correspondiente a la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de 2026. Se trataba del regreso los dirigidos por Scaloni a la tierra donde levantaron la Copa América en 2021 y la expectativa era gigante. Sin embargo, el espectáculo por el Superclásico de las Américas volvió a verse manchado, esta vez por agresiones en las tribunas.
Treinta minutos más de lo normal hubo que esperar para poder disfrutar de una nueva edición del clásico entre Argentina y Brasil. Es que los escenas que se vivieron en las tribunas del Estadio Maracaná fueron lamentables por al reprochable accionar de la policía local que no tuvo piedad con los hinchas argentinos y aplicó 'palazos' con dureza. Los jugadores argentinos, con Lionel Messi a la cabeza, tomaron la decisión de retirarse del campo de juego hasta tanto no hubiera garantías para la hinchada argentina.
Aproximadamente a las 22.00 horas comenzó el encuentro y en la primera etapa pareció una verdadera batalla más que un partido de fútbol, con 22 faltas en los primeros cuarenta y cinco minutos: 16 cometidas por parte de los brasileros, y 6 para Argentina. Todo hacía presagiar que sería un encuentro que finalizara con el marcador vacío…
Promediando el segundo tiempo del complemento del partido entre Argentina y Brasil, hubo un córner para la Selección Argentina en donde Nicolás Otamendi se elevó sobre los aires del campo de juego del Maracaná y con un soberbio cabezazo logró conectar un centro que había sido lanzado desde el sector izquierdo. El impacto de ‘Ota’ fue demasiado preciso y se incrustó en el ángulo superior derecho de Alisson Becker que nada pudo hacer. Así comenzó a desatarse la fiesta argentina en tierras brasileras.
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