Decían que era de River, fracasó en Boca y ahora reconoció que juegan con 12 jugadores

Al River Plate lo conoce desde sus inicios, ya que dio sus primeros pasos en las divisiones inferiores del conjunto del barrio porteño de Núñez y tenía el gran sueño de lograr vestir la Banda Roja en la máxima categoría de la institución, pero nada salió como esperaba: en el Millonario lo dejaron libre a sus 14 años y tuvo que continuar con su deseo de ser profesional en otro equipo.

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Martín Payero debutó con la camiseta de Banfield antes de cumplir los 18 años y fue una pieza clave en el Taladro. Tuvo un pequeño pase a préstamo en Talleres de Córdoba y luego fue transferido al Middlesbrough de la Premier League. Tras un año en Inglaterra, regresó al país cedido a Boca Juniors, en donde tuvo la oportunidad de redimirse ante el destrato que sufrió de joven por el máximo rival de toda la vida del conjunto xeneize.

En el equipo de la Ribera, Payero jugó entre mediados de 2022 y 2023, pero lo que se esperaba fuera un rendimiento mucho mejor, terminó dejando bastante que desear, y perdió mucho terreno en los equipos de Hugo Ibarra y Jorge Almirón, al punto de no formar parte de los últimos partidos de la Liga Profesional. Allí disputó 32 partidos, con 5 goles en su haber y una sola asistencia.

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El recuerdo de Payero sobre su paso por Boca

El futbolista de Udinese no olvida su estadía en el Xeneize y le dedicó puras palabras de elogio en diálogo con Mola TV, de Italia, marcando que “Boca me cambió la vida". "Uno no toma dimensión de lo que es Boca hasta que está ahí adentro. Me ha tocado vivirlo de afuera, jugar en contra de Boca y uno sabe que jugar en La Bombonera… es un estadio que está siempre repleto", señaló.

Respecto a los partidos en La Bombonera, Payero señaló que Boca contaba con un jugador más por la presencia de la hinchada: "No hay palabras para describir lo que genera la afición. Por eso se lo llama ‘Jugador N12’: es un jugador más. Lo he vivido de adentro. Es un plus para el jugador que juega ahí adentro. Tenes que vivirlo para poder sentirlo, porque es muy difícil de explicar”.