Paraliza a Boca, la llamativa confesión de Luis Advíncula que ilusiona al hincha

La estadía del lateral derecho diestro Luis Advíncula fue de menor a mayor en cuanto a rendimiento futbolístico y amor con los hinchas de Boca Juniors. Los goles de zurda que hizo en la última Copa Libertadores, cuatro en total, determinaron que de resistido pase a ser aplaudido constantemente por el público auriazul cada vez que pisaba La Bombonera.

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De esta manera, a medida que el equipo iba avanzando a paso firme, por la vía del punto del penal, el reconocimiento al peruano era cada vez mayor y terminó siendo el mejor jugador del plantel o, al menos, el más decisivo a la hora de elegir a uno sacando al arquero Sergio Romero por sus atajadas claves en las series mano a mano donde tuvo unas actuaciones históricas e inolvidables. Dentro del podio de futbolistas que rendían por puesto, aparece sin lugar a duda Luis junto con el defensor Nicolás Figal.

Si se toma en cuenta el siglo 21, el ex Newell’s Old Boys y Rayo Vallecano es el tercer jugador de su país natal que viste los colores azul y amarillo luego de Carlos Zambrano y José Pereda. Antes de ellos jugó Nolberto Albino Solano en el final de la década de los años 90 y el enérgico Menéndez un par de décadas atrás. Por esta razón, todos dejaron huella y el incaico no quiere ser menos que ellos, sino superarlos por muchos cuerpos de diferencia.

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La confesión sorpresiva de Luis respecto a su estadía en Boca

En diálogo con el periodista Jesús Alzamora, el marcador de punta diestro manifestó: “Cuando llegue a Boca no me estaba yendo bien. Entonces yo prefería que digan: 'Este negro es un muerto y se arrastra’ pero en la cancha. Y no que digan: ‘A este negro lo vimos tomando en la discoteca’. Yo sabía en el momento en que estaba”. Y agregó: “Yo no soy un huevón. No me voy a regalar. Me está yendo mal, no estamos ganando, ¿y me voy a ir a una discoteca? Hay que ser bastante cortito. En el fútbol hay momentos para todo”.