Cruda confesión, la verdad de por qué Pol Fernández no jugaba bien en Boca

‘De la nada a la gloria me voy’, reza la famosa canción Motor psico, escrita por el talentoso artista Indio Solari y tocada infinidad de veces por Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Es probable que esa frase esté ligada a lo que le pasó a Guillermo Pol Fernández la última semana cuando, luego de ser criticado en muchos momentos de esta temporada, tuvo el valor de agarrar la pelota en el último penal de la serie contra Palmeiras y darle el pase a Boca Juniors a la final de la Copa Libertadores de América. Ahora, dio una cruda confesión.

Pol fue el responsable de que el último penal ingrese en la red del equipo rival y de que el Xeneize vaya a jugar la gran final de la Copa Libertadores de América el próximo 4 de noviembre en el Maracaná contra el Fluminense. Su festejo, claro, lo dijo todo. Miró a la gente de Boca presente en la cancha del Verdao y abrió los brazos, como diciendo ‘acá estoy para ustedes’. Para colmo, lo hizo con la cinta de capitán en su brazo por la expulsión de Marcos Rojo.

Pero el penal de Pol no fue algo aislado, fue un premio para él, ya que venía de mucho tiempo recibiendo críticas por su bajo nivel. Sin embargo hace un buen tiempo que venía recuperando su rendimiento futbolístico y, de hecho, fue una de las figuras de la serie de semifinales. Claro que fue una gran noticia para él este buen nivel que mostró con el equipo de la Ribera en un momento donde aún no tenía la confianza de los hinchas.

La verdad de por qué su nivel era bajo en Boca

“A principios de año me costó mucho porque tuve problemas muy personales que me afectaron y traté de manejarlo internamente con mi familia y que no me repercutiera en lo futbolístico. Es difícil dejar de lado eso, ya pude superarlo un poco, estoy más tranquilo y trato de disfrutar. Lo procesé con la familia, lo sacamos adelante, fueron pérdidas importantes para mí, pero me guían desde arriba y estoy muy contento con ellos”, reveló Pol Fernández en el Canal de Boca.