Por Roberto Tapia
Aaron Anselmino jugó apenas 45 minutos con la camiseta de Boca Juniors. Sin embargo, con apenas algunos toques y participaciones fue la figura del empate entre el Xeneize y Lanús en la Bombonera. Lo que más llamó la atención fue que ingresó a la cancha con apenas dos entrenamientos en Primera, luego de cautivar a Jorge Almirón. Ahora Nación Fútbol te cuenta la historia de cómo lo descubrieron.
Aaron estuvo en un torneo en agosto del año 2013, llamado Sueño Celeste, organizado por Atlético Rafaela. De allí salieron jugadores como Exequiel Zeballos y Facundo Colidio. “Era chiquitito, toda su familia llorando, felicitándolo porque le pedimos los datos”, le confiaron a NF. Apenas un año después comenzó a jugar para el Xeneize en La Candela, con las Infantiles del club. Pudo quedarse gracias a que tenía familiares cerca del predio.
A esa edad todavía no vivía en la pensión que tiene Boca en Casa Amarilla. Allí llegó años después gracias a Claudio Vivas, que lo vio y quedó enamorado, casi la misma secuencia que vivió ahora con Almirón. Desde entonces nunca abandonó ese lugar y generó un fuerte sentido de pertenencia (de hecho les regaló la camiseta de su debut en Primera, firmada).
El oriundo de La Pampa se destacó por su técnica y sus piernas largas jugando de 5 para su equipo de barrio, Sportivo Realico. Lo vio Diego Mazzilli (ex trabajador del área de Captación) y lo llevó al club. Según le contaron a NF, tenía un parecido a Claudio Marangoni y a “Balerdi, pero con más físico”. Luego, con dos partidos en Reserva enamoró a Almirón al jugar de 2 al lado de Marcos Rojo, aunque en Inferiores se destacó siendo 6. Con 45' en Primera, Anselmino ya genera ilusión.
29/02/2024
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