Supo valer 5 millones, estuvo a punto de jugar un Mundial y recayó en el alcohol

Al igual que los músicos, los futbolistas profesionales están rodeado de cámaras, periodistas, fama, dinero, lujos, mujeres que se les tiran encima en todo momento y gente envidiosa que los quiere desviar del camino del éxito para llevarlos por el del fracaso. Son polos opuestos que a la persona común y corriente no le sucede por no ser famosa, pero que a las públicas como ellos les acontece seguido.

Lamentablemente, no todos tienen la chance de poder encarrilar su carrera profesional, sea arriba de un escenario o con una pelota en los pies, y deben pedir ayuda profesional y de nivel para que estén en el camino correcto. Sea con psicólogos, neurólogos, abogados o psiquiatras, la contención y una gran mano es ultra necesaria para que la víctima no sufra más de lo que ya lo hace en varios momentos vigentes.

Uno de esos futbolistas que recayó en el alcohol y algún que otro vicio más que se le cruzó por su vida es el exquisito volante y extremo Ricardo Centurión, quien volvió hoy a entrenarse con Vélez Sarsfield porque tiene contrato hasta diciembre de 2024, pese a haber sido apartado hace seis meses por Sergio Rondina en Barracas Central por indisciplina y faltazos continuos a los entrenamientos. Y eso fue algo recurrente en la carrera profesional y deportiva de Ricky, ya que se vio envuelto en recaídas mentales y en altercados callejeros o en lugares públicos con otras personas como en boliches y pubs.

Cuál fue el gran golpe recibido por Centurión que lo tiró abajo

Hace algunos años, en un camino junto con su novia en auto, medios argentinos confirmaron que ella perdió la vida en un accidente fatal automovilístico y esa muerte le pegó como un apuñalada al corazón. Fue tal el golpe anímico que recibió el mediocampista diestro ofensivo que su valor disminuyó tanto: pasó de costar cinco millones de dólares a 50 mil de la misma moneda norteamericana. Y no solo eso, porque, para colmo de males, estuvo muy cerca de ir a Rusia 2018.