Por Roberto Tapia
Ricardo Gareca es un técnico de enorme experiencia dentro del mundo del fútbol. Demostró siempre con resultados su capacidad. Por ese motivo probablemente Juan Román Riquelme y compañía habían puesto los ojos en él para que dirija nada menos que a Boca Juniors tras la salida de Sebastián Battaglia. El tiempo pasó y por distintas razones no se pudo concretar y el Tigre hoy tendrá otro destino.
Por motivos extraoficiales, puesto que nunca trascendió cuál fue el motivo por el que no avanzaron las negociaciones con el entrenador, se presumió que tuvo que ver con asperezas del pasado. En realidad el club ni siquiera llegó a hacerle un ofrecimiento formal a Gareca, cuando todo indicaba que no sería difícil que diera el 'sí'.
Esos ‘enojos’ del pasado tendrían que ver nada menos con las decisiones que el Tigre había tomado cuando todavía era futbolista, allá por 1984. Sí, es que cuando tenía todo para convertirse en ídolo del Xeneize, tuvo problemas con la dirigencia y pidió que lo dejen libre. Esto no ocurrió, todo el fútbol argentino hizo un paro y se destrabó con la salida de él y Oscar Ruggeri a River.
De este modo, en su momento Gareca se había ganado el odio de todos los hinchas de Boca. Pasados los años, los nuevos fanáticos que no vivieron esa parte de la historia ya no sentían nada malo contra el Tigre. No obstante, los más grandes de la dirigencia actual pusieron ‘el grito en el cielo’ cuando Román lo propuso. Así, no hubo tal negociación.
Finalmente tras los rumores del interés de Boca que nunca avanzó por él, un viejo conocido lo buscó: Vélez Sarsfield. El Tigre Gareca finalmente dirigirá al club donde se convirtió en ídolo por haber ganado cuatro títulos en la institución y jugando un fútbol muy vistoso. Tras su gran actuación con Perú, está a un pasó de volver a Liniers.
29/02/2024
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