Independiente no lo tuvo en cuenta, volvió y se convirtió en ídolo contra Racing

Braian Martínez, el delantero de 24 años de Independiente, se está consolidando como una figura destacada en el equipo de Carlos Tevez, particularmente en el clásico de Avellaneda donde marcó el segundo gol de su equipo de penal a los 86 minutos, además de brindar una asistencia en la apertura del marcador contra Racing. Este desempeño se suma a varios partidos en los que ha demostrado un gran nivel, convirtiéndose en un pilar esencial para el equipo.

Martínez ha tenido un camino lleno de sacrificio y trabajo para llegar a este punto en su carrera. Originario de Pampa del Infierno, un pequeño pueblo en Chaco, se unió a las Inferiores de Independiente a los 16 años, procedente de la Juventud Unida en la liga de Sáenz Peña. Aunque pasó por momentos difíciles y tuvo que luchar por sus oportunidades, finalmente debutó en el primer equipo del Rojo el 19 de enero de 2020 bajo la dirección de Lucas Pusineri.

A pesar de no haber tenido muchas oportunidades en Primera en un principio, Martínez demostró su valía durante su préstamo en Aldosivi, donde anotó tres goles en 31 partidos. A su regreso a Independiente, empezó a alternar entre titularidades y suplencias bajo la dirección de Ricardo Zielinksi. Esta progresión le llevó a renovar su contrato en junio, extendiéndolo hasta diciembre de 2024 y estableciendo una cláusula de rescisión de 15 millones de dólares.

Este sábado, Chaco Martínez se convirtió en un jugador muy querido para el club tras su actuación en uno de los partidos más importantes del año. Descolló y se ganó a la hinchada con su habilidad y su asistencia para el primer tanto. Como si fuera poco, se sacó la mufa y convirtió de penal el 2-0 para sellar la victoria de su equipo. Sí, de prestado a ídolo.

Las palabras del Chacho Martínez tras su lucha por jugar en Independiente

El jugador reconoció su lucha personal en el ámbito futbolístico: “En lo personal me ha costado mucho. Ahora este nuevo cuerpo técnico me está dando la confianza. En la semana estuve muy bajoneado porque no se me daba el gol, pero gracias a Dios hoy se me dio en el clásico”, dijo Martínez tras el clásico. Su historia es un claro ejemplo de perseverancia y superación en el fútbol.